La red de metro de México es la segunda más grande de Norteamérica, después del metro de Nueva York, y transporta 1.410 millones de pasajeros al año.

El principal objetivo del STC era reducir los costes de explotación, incluidos los relacionados con el consumo de energía y los costes de mantenimiento, así como mejorar la regularidad del servicio al cliente en esta línea. Se construyó entre 1982 y 1984 utilizando la tecnología de tracción disponible en aquel momento. Los trenes tenían ahora entre 25 y 27 años, por lo que gran parte de la tecnología utilizada era obsoleta y de bajo rendimiento.

Con el fin de reducir costes pero sin renunciar a las ventajas de una tracción moderna, en lugar de sustituir por completo los sistemas existentes, se modernizaron los 150 conjuntos de equipos de tracción mediante una revisión. Se reutilizaron los componentes que estaban en buen estado de funcionamiento y se sustituyeron las piezas poco fiables u obsoletas.

La revisión fue un éxito y se consiguió un ahorro energético superior al 35%, un 10% más que el objetivo propuesto. La fiabilidad de los trenes ha aumentado al igual que la satisfacción de los clientes y la cantidad de mantenimiento se redujo en gran medida ya que se consiguió una reducción de los choques y las vibraciones, sobre todo en el motor, gracias a la modulación continua de la potencia.

Se adjudicó a API Capacitors el contrato para sustituir todos los condensadores de CC de bajo rendimiento por condensadores de CC modernos y de alto rendimiento. Nuestros ingenieros de diseño fueron capaces de diseñar un condensador de sustitución a medida para que encajara en su lugar en los sistemas de tracción existentes con una funcionalidad muy superior. Nuestra experiencia en obsolescencia nos permitió hacerlo con facilidad.